
El Economista: "El deseo de recuperar el desempeño en la intimidad, lleva a cientos de hombres a consumir productos del 'mercado negro' que prometen soluciones milagrosas. Estas pastillas no son otra cosa que testosterona en grandes cantidades, que agravan la problemática. "
Lo que el amor, la educación sexual y el mutuo respeto no pueden aportar a una relación de pareja, difícilmente lo aportarán estos remedios milagrosos tan en boga.
Si se trata de una disfunción sexual, el mejor remedio es acudir a un médico especializado, antes que atiborrarse de productos, generalmente saturados de hormonas.
Este es el caso clásico de que sale peor el remedio que la enfermedad.
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