viernes, mayo 19, 2006

Piercing: Los Riesgos de Perforarse el Cuerpo

En caso de que no lo sepa, el piercing está de moda. Consiste en perforarse algunas partes del cuerpo para portar anillos, aretes u objetos similares. Las zonas más populares son la nariz, los labios, el ombligo y las cejas.

Sin las precauciones necesarias pueden producirse infecciones, alergias y otros daños. Es importante analizar las futuras complicaciones de acuerdo al área que se decide perforar, elegir a una persona idónea para la colocación del piercing y seguir una serie de cuidados durante la cicatrización para evitar problemas.

Por otra parte, no cualquier persona puede hacerse un piercing; por ejemplo, en personas con problemas inmunológicos, con anomalías cardíacas congénitas, alérgicas o con tendencia a desarrollar cicatrices "queloides" (abultadas) no se recomienda ninguna perforación.


Lo que hay que tener en cuenta
Los riesgos del piercing son, principalmente, las infecciones en el área de perforación, el sangrado excesivo, las reacciones alérgicas a algunos tipos de joyas, el daño a nervios del área perforada que pueden provocar pérdida de sensibilidad en el zona, las cicatrices gruesas, y los problemas bucales en casos de piercings en la lengua y los labios. Un estudio científico norteamericano determinó que el 17 por ciento de las personas que se colocaron un piercing sufrieron algún tipo de complicación.

Para disminuir estos riesgos se deben tener en cuenta cuatro aspectos fundamentales: el profesional a cargo de la práctica, el local que se elige para la colocación, la joya o adorno que se utiliza, y los cuidados posteriores para evitar complicaciones.

Vía Enfermedades de la Piel

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