martes, junio 20, 2006

La ópera com orecurso pedagógico

El Financiero en linea: "Los niños inquietos dejaron de moverse en sus asientos apenas la poderosa voz del barítono William Whitmire vibró en la sala parroquial.

Los niños, en su mayoría menores de once años, escucharon embelesados mientras Whitmire, con otros dos cantantes de la Universidad Metodista del Sur, entonaban una ópera."

Peronalmente me tocó presenciar un hecho similar. Mi hija mayor tenía unos seis años cuando la llevé, junto con un grupo de amigos de su madre y míos, a escuchar un concierto navideño donde se interpretaba El Mesías de Haendel.

Quedó pasmada no solamente por la música en vivo, por los atronantes metales, las melódicas cuerdas, las dulces maderas, las rítmicas percusiones, y por el multitudinario coro. Embelesada contemplaba al director afanándose en la dirección de tan grandioso oratorio. Pero lo que más le impresionó fueron los recitativos y arias de los solistas, especialmente del barítono. La potente voz de este solista, su vibrante profundidad y su limpia dicción, la dejaron boquiabierta.

No se de que manera asimiló esta experiencia. Hoy es una adolescente típica que escucha a todo volumen pop, rock y hasta música grupera. Pero ese momento mágico en que descubrió la música de concierto, estoy cierto que lo lleva grabado en su alma.

Por lo menos yo, su padre que la adora, recuerdo con dulzura sus grandes ojos abiertos, y sus preguntas excitadas al acabar el concierto.

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